jueves, 23 de mayo de 2013

30 - La arcana orden del Brillo Tenue (II)

30 - La arcana orden del Brillo Tenue (II)

Con la sala sin enemigos a la vista, me acerco al hombre que estaban torturando los hechiceros que acababa de avatir. Pero era demasiado tarde para él, pues cuando llegué ya había expirado y su cuerpo yacía en un enorme charco de sangre. Sin duda, este lugar era el refugio de seres abyectos que merecían ser destruídos, y por lo visto esta era mi misión actual, no dejaría a ningún mago vivo en este Bastión.



Continúo explorando el interior de la fortaleza, en busca de Orthorn, cuando llego a lo que parece ser otra zona de calabozos. Está protegida por un hechicero que se encuentra revisando unos libros cuando le sorprendo por la espalda con dos rápidas bolas de fuego seguidas de dos descargas eléctricas. El hechicero no resiste semejante cantidad de daño tan seguida y se colapsa cayendo de la silla y vomitando la sangre de sus órganos internos destruidos.

Sonriendo, satisfecho porque mis habilidades empiezan a resultar bastante imponentes, registro la sala para encontrar otro mago tumbado boca abajo en el interior de una celda. Viste con una túnica del colegio de Hibernalia, así que deduzco rápidamente que Othorn. Cuál es mi decepción al comprobar que lleva varias horas, sino días, muerto y confirmar que es la persona a la que estaba buscando, una inscripción en un anillo lo delata. 

Algo desanimado busco asiento e intento aclarar mis ideas acerca del siguiente paso a dar. Obviamente no puedo volver a Hibernalia sin los libros que me han encargado, pero tampoco tengo ninguna pista sobre dónde se pueden encontrar, cierro los ojos por unos instantes intentando ordenar mis pensamientos, han sido muchas emociones y muy intensas en muy poco espacio de tiempo.


El hombre yace muerto, no soportó la tortura.

Entre estertores, otro mago cae ante mi poder.

Orthorn era el único que sabía donde estaban los libros.

Cualquier objeto enano es interesante estudiar.

Pero mi descanso no dura mucho. El ruido provocado, aunque ahogado y tenue, ha llamado la atención de dos aprendices más que aparecen en la sala corriendo. Se detienen en seco al verme y uno de ellos me lanza una debil saeta de hielo que detengo sin problemas con la mano derecha al tiempo que me levanto de mi asiento. Los instantes siguientes son un caos de hielo, fuego y electricidad, surcando en todas direcciones de la pequeña sala. Tal es el punto de cercanía, que finalmente tengo que cojer un báculo que se encontraba apoyado en la mesa y dar un fuerte golpe a uno de los aprendices que le deja semiinconsciente, lo justo para despachar a su compañero para luego terminar con él. Sin remordimientos, sin pena, noto como algo oscuro crece en mi interior cuando doy un golpe de gracia al aturdido aprendiz.

Está claro que mi trabajo aquí no ha terminado, así que me encamino por donde vinieron los aprendice y no tardo en escuchar sonidos de movimiento. Al final de una pequeña escalera distingo un largo pasillo poblado por esqueletos y un par de nigromantes, así que decido no avanzar más y utilizar la propia escalera como cobertura ante los eventuales ataques que puedan lanzarme. Antes de nada, me centro en estudiar a los esqueletos, si alguno llega a estar demasiado cerca, podría atacarme con algún arma y acabar conmigo, así que me tomo unos segundos y lanzo mi primer ataque contra el esqueleto más cercano.


Utilizo todo lo que tengo a mano, incluido un báculo.

Mis rayos electricos son muy precisos.

El ultimo de los aprendices muere a mis pies.

Encuentro un libro, tiene pinta de interesante...

El primer esqueleto es destruido rapidamente.
Los esqueletos no son tan duros como esperaba, seguramente sean invocaciones de aprendices, y apenas resisten una bola de fuego o un par de segundos del hechizo "chispas", con el que estoy intentando familiarizarme ya que creo que es más poderoso que sus homólogos de fuego o hielo. El aprendizo que había invocado los esqueletos, al notar que sus creaciones eran destruidas, apareció súbitamente, para encontrarse de frente con un ataque demoledor de varios proyectiles. Continúo por donde este último aprendiz apareció, y los pasillos me llevan a un conjunto de cámaras al pie de una escalera. 

En ese preciso instante escucho unos pasos venir desde mi espalda, así que me escondo rápidamente tras una mesa y me preparo para lo que, aparentemente, parece otro ineludible enfrentamiento. Cuál es mi sorpresa al observar a uno de los Vigilantes de Stendarr, la orden que desde hace siglos por lo visto protege Tamriel de los Daedra, acompañado de un aventurero llamado Juem, así que salgo en son de paz y converso con ellos unos isntantes. Me comentan que les ha enviado desde el Hall de Stendarr para limpiar este antro de nigromantes y hechiceros oscuros, a lo que les respondo que yo he sido enviado con similar misión del colegio de Hibernalia.

Se sorprende al verme a mí solo, pues la destrucción que me precedía parecía obra de varios magos. Le digo que no ha resultado facil y que he sido herido en varias ocasiones, pero que mis conocimientos arcanos me han permitido sobrevivir, hasta ahora. Decidimos aunar esfuerzos para conseguir eliminar al mal que mora en este bastión. Sin dilación, y con bastante menos discreción de la que yo estaba empleando, nos encaramamos por las escaleras y acabamos con alguna resistencia un poco más intensa que anteriores salas, pero que no son rivales para nuestro recientemente organizado grupo.

Los Esqueletos se esparcen a mi alrededor

Y su amo cae ante mi poder arcano

Improvisada compañía de aventureros...

¡Nos enfrentamos a toda suerte de enemigos!

Juam es derrotado por un nigromante.
Avanzamos por varias salas acabando con la resistencia que ponen los hechiceros. Ahora, con la voz de alarma dada, apenas podemos caminar unos metros sin que sicarios, guardias y hechiceros nos salgan al paso. Realmente había una fuerza militar a tener en cuenta en el interior, sin la ayuda de Juam y el Vigilante de Stendarr (que no ha dicho su nombre) no lo habría conseguido. Desafortunadamente, todas las gestas tienen sus héroes caídos, y Juam es sorprendido por un nigromante que le apuñala con una daga envenenada cerca del pulmón derecho. Aunque despachamos rápidamente al nigromante, Juam está herido mortalmente y tras unos agónicos minutos fallece en las fauces del Bastón del Brillo Tenue.

Aún así, sin perder la esperanza, el Vigilante y yo continuamos nuestro asalto particular a la fortaleza y nos vemos las caras contra todo tipo de dificultades. Pero, sin duda, la más aterradora y que nos supuso mayor esfuerzo, es un Atronach de la Tormenta invocado en la antesala a una gran escalera que asciende. El Atronach resulta un formidable rival y en varias ocasiones consigue ponernos en un aprieto, pero afortunadamente entre las habilidades marciales del Vigilante de Stendarr y las mías arcanas, conseguimos derrotarle.

Perdemos el sentido de la hora, aunque nuestros estómagos rugen aún no estamos muy cansados. Así que decidimos parar unos instantes y compartir nuestras viandas, al tiempo que registramos algunas estancias ahora vacías de enemigos. Yo encuentro, algunos libros, unas extrañas botas realizadas con algún tipo de material cristalino que guardo para consultar en el colegio, y una sorprendente gema que también guardo con la esmeralda.

Una vez estamos preparados, nos disponemos a ascender por la escalera. Está macabramente decorada y unas hileras de velas a ambos lados le dan una iluminación realmente turbadora. Me fijo en el Vigilante de Stendarr y me sorprende la frialdad y dedicación que profesa por su misión, no parece que nada ni nadie le impida cumplirla... ¡incluso parece ignorar su propia seguridad! En lo alto de la escalera nos detemos ante una gran puerta doble decorada con unos groznes con forma de animales mitológicos... 

Esta extraña gema debe ser estudiada en el colegio.

Avanzamos sin piedad, pues tampoco hemos de esperarla.

Intento recoger algunos libros, para estudiarlos más adelante.

Siento cómo comienzo a dominar los rayos.

Hay extraños objetos que me guardo.

Al otro lado de la puerta nos encontramos una enorme sala circular, con un pedestal en el centro y tras este una mujer encapuchada. La mujer, lejos de rendirse, se muestra altanera y desafiante durante un intercambio de frases entre el Vigilante de Stendarr y ella. El Vigilante no la da la opción de rendirse siquiera, aunque dudo mucho que la Convocadora, así se hace llamar, lo hubiera aceptado y ocurre lo inevitable.

El combate debe durar unos segundos, pero se me pasa como si hubiera estado una semana combatiendo. El Vigilante carga contra nuestra rival con la maza empuñada y gritando el nombre de su dios, al tiempo que esta invoca un Atronach de las Tormentas en uno de los laterales de la gran sala. Mi reacción instintiva es invocar otro atronach para combatirlo, aunque soy consciente de que no aguantará mucho tiempo ante tan peligroso contrincante.

Así, mientras ambos elementales chocan entre sí y el fuego y el rayo se fusionan por unos segundos, yo me centro en la Convocadora que retrocede ante las acometidas del Vigilante de Stendarr que, en absoluto, muestra ningún ápice de temor. Un certero golpe en la cadera y la Convocadora cae arrodillada, aunque aún permanece desafiante ante la fija mirada del Vigilante que, entre insultos, hunde la maza en la cabeza de la Convocadora, provocando que el Atronach de las Tormentas desaparezca.

El Bastión del Brillo Tenue, había sido liberado de la oscura orden arcana que habitaba entre sus salones, y de nuevo volvería a reinar la paz en estos muros.

Nos encontramos con la líder de la orden.

Y, entre sus pertenecias, ¡¡por fin los libros que buscaba!!

Hora de repartir el botín, hay grandes tesoros en la sala.

Este Yelmo despide una poderosa energía.

Al fondo, la salida al bastión.

Y la luz del día me ilumina, el Bastión es de nuevo seguro.
Perdonad que me haya extendido tanto, pero es que resultaba realmente dificil no hacerlo. Al final he tenido que recortar muchísimo para no hacer de esta aventura algo interminable. Pero al final ha salido bien, aunque admito que ha sido realmente duro. 

Curioso lo de que aparecieran dos PNJs en medio del bastión, pero le ha dado una buena salsa a la historia, que seguramente aumentaré un pco en sucesivas entradas. Turno para la vuelta a Hibernalia y nuevas sorpresas y aventuras que ya estoy preparando.

3 comentarios:

  1. Bien, me gusta el capítulo, ya hacia una semana que lo esperaba (o eso creo), con la duda de si te volvia a fallar el pc jajaja.

    Me han gustado mucho las imágenes de: "Utilizo todo lo que tengo a mano, incluido un báculo." , la del "Mis rayos electricos son muy precisos." y la de "¡Nos enfrentamos a toda suerte de enemigos!" te han quedado muy guapas, y no se si es por mod o porque tiene estas gráficas (ya que no tengo buena targeta gráfica).
    Finalmente, debió se un poco raro que estubieses allí y te encontrases de repente con Tomm y su amigo jajaja y tu con tus manos "desenfundadas" preparado para matar, matar y matar jajaja parece que Shen se está volviendo sádico y todo jajaja

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  2. ¿Que sucede con Sheen? Ha vuelto a morir y/o desaparecer el save que tenias?

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  3. No, no, estoy vivo pero más liado que la pata de un romano. A ver si puedo retomarlo esta semana con alguna actualización.

    Gracias por la paciencia :)

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