viernes, 31 de octubre de 2014

Capítulo 2. Miembro de la Guardia

CAPITULO 2. MIEMBRO DE LA GUARDIA

Por la mañana me levanto bien temprano en la posada "El Gigante Dormido", y tras un rápido desayuno de algo de pan con leche de cabra que Ognar amablemente me sirve en una de las mesas, me despido y marcho hacia Carrera Blanca. Según me comentan antes de partir, se encuentra a pocas horas de marcha hacia el norte, atravesando el puente del río y tras un recodo la veré a lo lejos, no tiene perdida.

Así que, sin más, emprendo mi camino con algo de comida y las pocas pertenencias que me he traído desde Helgen; una maza de hierro, un par de baratijas para cambiar por oro en la ciudad, un par de cervezas y unas raciones de viaje. No es mucho, pero espero poder alistarme pronto en la guardia de la ciudad y ya me proveerán ellos de comida y alojamiento.. y con suerte una paga.

Posada el Gigante Dormido

Una vieja Maza de hierro es mi única defensa

En marcha hacia Carrera Blanca

El camino desde Riverwood hasta Carrera Blanca es muy tranquilo. En todo momento voy acompañado por bastante gente que aprovecha la fresca y soleada mañana para acercarse a la ciudad, capital de la región homónima.

Aprovecho el viaje para relajarme e ir pensando en cómo abordaré la situación cuando encuentre al Comandante Caius, aunque espero que sea sencillo y no ponga demasiados impedimentos. Durante el camino me encuentro con una patrulla imperial que escoltan a un preso, a todas luces nórdico y con seguridad uno de los rebeldes "Capas de la Tormenta". No me considero una persona cruel, pero estos delincuentes deben de servir como ejemplo para el resto.. espero que todo el peso de la ley caiga sobre él.

A pocas leguas me cruzo con un guardia y le pregunto por el Comandante Caius. Amablemente me responde que seguro que le encontraré en las barracas de la ciudad, nada más entrar a la izquierda. Por lo que me comenta, el Comandante es una persona afable y que rápidamente es capaz de vislumbrar el potencial de nuevos reclutas, también me comenta que últimamente la guardia no da abasto con los bandidos y saqueadores. ¡¡Una buena noticia que sin duda me allanará el camino para entrar!!

Saliendo de Riverwood

A lo lejos ya se ve Carrera Blanca

Un caballero bien armado se cruza en mi camino, ignorándome

El nórdico escoltado por la guardia imperial

Cada vez más cerca de Carrera Blanca, ya puedo escucar el tumulto

Pregunto a un guardia por el Comandante Caius

Entrando, tras una breve caminata, en los muros de la ciudad.

Consigo entrar en la ciudad sin problemas. Encontrar las barracas resultó bastante sencillo, no así encontrar al Comandante Caius que, por lo visto, había salido a patrullar y a reunirse con el Jarl. Me llama la atención el gentío y el sonido que hay en la ciudad, docenas de mercaderes, visitantes y ciudadanos se agolpan en las calles. Me llama especialmente la atención un militar de la Legión, parece un oficial, que está hablando con la herrera al respecto de unas espadas. 

Si bien Carrera Blanca siempre ha sido neutral, todo apunta a que es la Legión Imperial quién gobierna estos muros, algo que sin duda me agrada y me reconforta. Salgo de las barracas tras charlar con uno de los guardias y me dirijo hacia la Cuenca del Dragón, centro político de la ciudad y donde espero encontrarme al Comandante.

A la entrada un imperial negocia con la herrera.

No es dificil encontrar las Barracas.

El Comandante ha salido a ver al Jarl.

En mi camino a la Cuenca del Dragón, me cruzo con una pareja que está discutiendo acalarodamente acerca de un cubil de bandidos. Me acerco y tras intercambiar unas palabras con ellos, me indican que tras mucho tiempo y dinero invertido, saben donde se encuentran los ladrones de una antigua reliquia familiar. Les comento que haré lo posible por ayudarles y que estoy buscando al Comandante, cuando le encuentre le haré llegar esta denuncia. Muy agradecidos se despiden de mi y continúo hacia Cuenca del Dragón.

Atravieso la ciudad sin más novedades y asciendo la larga escalinata hasta Cuenca de Dragón. Desafortunadamente no puedo pasar de las puertas ya que el Jarl está reunido con su consejo, pero los guardias me confirman que el Comandante hace unos minutos ha marchado hacia las Barracas de nuevo. He debido cruzármelo o haber tomado otro camino.. sin duda es una ciudad enorme y llena de callejones y atajos.

Durante la vuelta un sacerdote de Talos, creía que estaban prohibidos, intenta arengar a la población con vanas promesas de futuro. Aunque no hay mucha gente que le apoye este tipo de elementos subversivos son los que hay que tener bajo control. No le quitaré el ojo de encima.

A pocos metros me encuentro con un tipo apoyado en una columna y me pregunta si ando buscando a alguien. Le comento que busco al Comandante y me responde que hace pocos minutos pasaba en dirección a las Barracas. Le agradezco la información, se presenta como Jon Batallador y tras una charla comentándome los lugares más interesantes, bajo la calle principal hacia las barracas, donde por fin me encuentro con el Comandante.

Amren discute con su mujer por la reliquia robada

Le prometo que haré lo que pueda cuando sea Guardia.

Subiendo las interminables escaleras a Cuenca Dragón

Desafortunadamente el Comandante salió hace un rato

La religión de Talos está prohibida, habrá que vigilarle bien

Jon Batallador, un gran tipo con el que converson un rato

Por fin, tras varias horas, encuentro al Comandante
Nada más verme el Comandante me reconoce y me dedica una sonrisa al tiempo que me estrecha la mano. Se deshace en elogios hacia mi padre y no tarda en aceptarme como miembro de la guardia: "Será un honor tenerte entre nosotros, chico", dice mientras se quita la capa de Carrera Blanca.
Aún es pronto, así que me indica que me acerque por las barracas a eso de las seis de la tarde, antes de que caiga la noche, y pregunte por Cleve. Él será quién me instruya y mi compañero durante mis primeros días.

El Comandante me asegura que la ciudad me proveerá de una armadura y yelmo, pero que el arma y resto de equipación es por cuenta del recluta. Son tiempos difíciles con la rebelión y la mayoría del dinero se destina a comprar grano para el invierno.

Cerramos el acuerdo de la paga y demás pormenores en poco tiempo y me aconseja que descanse un rato en alguna de las tabernas de la ciudad... esta noche será mi primer turno como Guardia de Carrera Blanca.

Vaya, parecía que iba a ser bastante más complicado de lo que ha sido, voy pensando mientras camino de nuevo por las calles de la ciudad aún sin saber muy bien qué hacer hasta que llegue la hora. Decido ir a comer un poco y vender las baratijas en la tienda de Balathor, que me recomendo Jon, así tendré algo de efectivo por si necesitase comprar algo de equipo. 

Conozco a Adrianne Aventino, la herrera

Me acerco a la Yegua Abanderada a comer

Un gran ambiente y gentío en la posada

Hulda, la dueña, me recomienda un pastel de Bayas

Una excelente recomendación que degusto con calma, regándolo con cerveza

También conozco a la camarera Saadia, una Guardia Roja

A la salida conozco al imperial, Idolaf Batallador (será el padre de Jon?)

Apuro los últimos minutos para vender algunso abalorios

Belethor es un entrañable y agradable comerciante

Llegamos a un acuerdo rápidamente y me da una buena cantidad de oro

El Cazador Ebrio... tendré que venir a visitarlo.
Poco antes de la hora que me habían marcado me presento de nuevo en las Barracas donde encuentro a Cleve dando las últimas instrucciones al resto de guardias. Al verme me sonríe y me saluda efusivamente... me temo que tienen demasiada buena impresión de mi padre y abuelo, ¿seré capaz de estar a la altura?

Tras un rato en el que me equipan con una armadura, un yelmo y la capa de la ciudad, me explica que estos primeros días estaré en el turno de noche. Muy tranquilo y sin demasiadas complicaciones, esta primera noche patrullaremos tranquilamente la ciudad mientras me cuenta los pormenores de la Guardia.

Me presento ante Cleve, mi compañero y superior en estos primeros días

Equipado y listo para la primera patrulla.
Tras un largo parón, del que os pido disculpas, volvemos a la carga con la partida de Halfdan. He tenido que empezarla de nuevo, afortunadamente no habíamos avanzado demasiado. Espero poder continuar con la historia más habitualmente, no un mensaje cada seis meses.

lunes, 3 de marzo de 2014

Mi nombre es Halfdan

01 - PRESENTACIÓN

Atrás dejo las puertas de Helgen un lluvioso día a mediados del mes de Ultima Semilla mientras me dirijo hacia Carrera Blanca para continuar con la vieja tradición, y casi obligación, familiar de formar parte de la Guardia de la Ciudad. Mi padre, su padre y el padre de este ante que él, formaron parte de la milicia de Carrera Blanca durante algunos años que todos ellos recuerdan (o recordaban) con especial cariño y orgullo.

Así pues, recién llegado a la mayoría de edad, parto hacia mi nuevo destino con poco más que unas viejas ropas, algunas joyas que mi madre guardó por si surgía alguna emergencia y que me ayudarán a empezar una nueva vida, unos pocos septims y una herrumbrosa espada de hierro en mi cinturón.

La ciudad de Helgen
Mi familia llegó a Helgen antes de mi nacimiento y desde entonces ha vivido allí. Mi padre, tras servir fielmente al Jarl de Carrera Blanca se alistó en la Legión Imperial donde ha servido desde entonces como Tribunal al mando de un contingente de soldados y oficiales. Tras mudarse a Soledad donde ascendió rápidamente a Cuestor defendiendo una tierra que nadie quería defender, fue enviado de nuevo a Carrera Blanca como segundo al mando del campamento que se levantó en las cercanías de la ciudad.

Fue entonces cuando conoció a mi madre, con quién pronto contrajo nupcias. Se podía decir que la vida de mi padre era muy agradable pues salvo por algunos bandidos y señores de la guerra locales no tenía muchas preocupaciones. Lejos estaban los Renegados de la región de la Cuenca (expulsados por Ulfric a cambio de libertad religiosa para rendir culto a Talos) o las misteriosas criaturas mágicas creadas en el colegio de magos de Hibernalia.

Mapa Skyrim desplegado en una mesa

Pronto llegaron los Thalmor con sus imposiciones religiosas y comenzó la persecución al culto de Talos al que mi padre, por mucho que le doliese aunque nunca lo admitió, tuvo que participar. La represión fue durísima y se llevó a la población al límite... Han pasado 25 años desde que Ulfric expulsase a los Renegados de Markath y el imperio no ha mantenido su promesa de libertad religiosa ya que se le considera un títere de los Thalmor, cuya presencia en Skyrim es cada vez más numerosa.

Mi padre es ascendido a Legado y le encomiendan la protección de la ciudad de Helgen, bastión donde había servido los últimos años. Yo era un muchacho aún cuando fue ascendido y asumió tales responsabilidades, por lo que siempre me he criado en un ambiente relajado y lejos de los peligros de una región como la de Skyrim, protegido entre los recios muros de Helgen.

Hace unas semanas llegó un mensajero a Helgen con un inquietante mensaje que pronto se expandió como la pólvora. Ulfric, harto de la represión Thalmor, se ha levantado en armas contra el Imperio y ha asesinado al Gran Rey Thorygg en la ciudad de Soledad, consiguiendo escapar tras el magnicidio. Es el inicio de la denominada Rebelión de los Capas de la Tormenta y, aunque aún está en sus primeros compases, la dureza y violencia que se ha desatado sacude Skyrim como nunca.

Mi padre, como Legado, ha reforzado las defensas de Helgen y aumentado las patrullas alrededor de la ciudad, aunque le he oído hablar con sus Cuestores de que sospecha que hay un campamento de rebeldes en las cercanías que pronto asaltarán. 

En esta tumultuosa situación comienzo mi andadura. Padre me ha obligado a marchar hacia Carrera Blanca para servir en la milicia local, siguiendo la tradición familiar, así que ayer partí de Helgen en dirección al pueblo de Cauce Boscoso donde he pasado la noche descansando. He de admitir que iniciar esta aventura me emociona y poder seguir los pasos de mi padre es un orgullo y una gran responsabilidad... espero estar a la altura.

Cauce Boscoso

Bueno, pues allá vamos. Esta es la primera entrada como presentación del personaje y el trasfondo que estamos viviendo. Creo que utilizar la Rebelión de las Capas de la Tormenta como trama puede resultar interesante y como Carrera Blanca al principio es neutral encajaría perfectamente con la historia. 

En breve el primer capítulo, con Halfdan como protagonista. Como siempre cualquier sugerencia o idea es más que bienvenida.

viernes, 28 de febrero de 2014

¡Vamos allá!



Bueno, la encuesta no ha tenido mucha acogida, solo 8 votos.. pero oye, es lo que hay después de tanto tiempo inactivo. Muchísimas gracias a los ocho votantes, realmente aprecio muchísimo que hayáis participado.

El ganador ha sido Carrera Blanca, así que ahí estará el inicio de la partida para la que ya he pensado algunas tramas y demás, para mantenerlo interesante. Además, lo bueno de Carrera Blanca es que la región es enorme, por lo que encontraremos muchísimas aventuras juntos.

Toca preparar la partida (personaje, inicio, etc.) en breve os presentaré al nuevo personaje y el lunes espero poder postear el primer mensaje. He pensado en un nórdico, o nórdica, por eso de que es un guardia (sí, de los del flechazo en la rodilla y tal) y que no tendría mucho sentido que otra raza llegase hasta aquí para acabar siendo un guardia masilla. Pero, como siempre, acepto sugerencias.

martes, 25 de febrero de 2014

Retomando la historia



Hola amigos y seguidores del blog de Historias de Skyrim. Tras una (larga) temporada sin actualizar en la que, por distintos motivos, tuve que interrumpir la partida, quiero volver a retomar el blog con una nueva historia.

He actualizado el Skyrim y le he instalado más de cien mods que hacen que sea una auténtica experiencia el jugarlo, así que tras coger de nuevo el ritmo de juego he pensado en hacer una nueva historia.

Para esta nueva historia he pensado en utilizar un trasfondo que, creo, es bastante original. La historia narrará las aventuras (y desventuras) de un recién alistado guardia de una ciudad. Vosotros decidiréis de qué ciudad os gustaría que fuera guardia aunque obviamente solo podréis escoger de entre las más grandes:

- Soledad

- Ventalia

- Carrera Blanca

- Riften

- Markath

Durante un par de días iremos decidiendo cuál de estas será la que aloje al nuevo personaje de Historias de Skyrim. Podéis votar en la encuesta que hay a la derecha.

Gracias a todos por vuestra paciencia y vuestro apoyo.

viernes, 13 de septiembre de 2013

El Nuevo Rey -Capítulo II.- El Bosque Negro

[Aún recuerdo el rostro de mi tío al contemplar la nota escrita con sangre, recuerdo sus ojos buscando cualquier pista en el papiro, pero no había nada, quien quiera que estuviese espiando la reunión había huido]

Regresamos al interior de la cantina, Ilic dio un aviso al camarero, que inmediatamente se dirigió al piso de arriba y bajó con un cofre enorme, que colocó encima de la mesa. El cofre tenía dos llaves que debían girar al mismo tiempo, y al abrirse, una punta afilada salía despedida dirección al rostro, según decía mi tío, era una medida de seguridad.

-¿Que hay en ese cofre?. Pregunté a Ilic mientras rebuscaba en su interior. -Un mapa y una lista chico, ahora te explicaré si consigo... ¡MIERDA!. Ilic gritó a tiempo que sacaba la mano del cofre. -¡Bilic eres idiota!, volviste a dejar la daga fuera de la funda, me he cortado... Bilic reía y junto a él mi tío. -Vamos, no creo que sea para tanto, coge el mapa y la lista y cierra el cofre, y la daga, coge la daga también.  Ilic cogió las cosas y cerró el cofre. 

El mapa reflejaba una serie de destinos en Skyrim, por lo que parecía, un bosque cercano a Morthal, una vivienda en la Madriguera de Markath, el sótano de la posada de Soledad y Jorrvaskr en Carrera Blanca.
Mi tío observaba el mapa detenidamente, y al final, levantó la mirada. -Iremos primero al Bosque Negro, lo he decidido, tenemos que encontrar a Am-Ra, la primera de la lista. Valdemar, vendrás con nosotros, ya te explicaré de camino. Mi tío empezó a preparar el equipaje, pero yo no podía esperar mas. -¡NO!, ¡estoy harto de que me ocultes cosas, quiero explicaciones aquí y ahora!. Mi tío se giró de golpe, se acercó a mi y me propinó un tortazo que me hizo trastabillar y caer al suelo.
-¡Muy bien!, ¿quieres explicaciones?, verás, tu padre está intentando mantener el orden y el control sobre todo Skyrim, los Viajantes del Tiempo trabajan para un miembro del consejo que decidirá quien será el Rey Supremo, nosotros tenemos que encontrar a todas las personas de la lista que nos ha dado tu padre para organizar un ataque directo contra la embajada de los Thalmor, ahora conocido como Risco de Aguamuerta, donde los elfos han levantado un bastión tan grande como la Cuenca del Dragón y es prácticamente impenetrable, ¿te ha quedado claro?, pues entonces en marcha. Mi tío me ayudó a levantarme me sacudió el polvo de la espalda y me dio un fardo, dentro había un atuendo, me dijo que me lo pusiera y obedecí, parecía antiguo pero la tela era realmente cómoda, sobre ella, una malla y sobre esta una armadura de acero negro.

[El Bosque Negro, un lugar inhóspito y peligroso, un lugar al que ni por todo el oro de Tamriel volvería, y desde luego que no e vuelto. El viaje hasta el bosque transcurrió con total normalidad, eso sí, nos topamos con varios controles en los caminos, decenas de guardias guardaban puentes y caminos buscando los enemigos del nuevo gobierno, es decir, del Consejo.]

El bosque estaba envuelto en la niebla, una niebla profunda y fría. Avanzamos lentamente abriéndonos paso a través de matorrales, espinos y hondonadas, el bosque estaba en silencio. Oíamos susurrar entre los árboles, oíamos pasos a nuestras espaldas, sentíamos como si cientos de miradas estuvieran clavadas en nosotros, desde luego no era el mejor lugar del mundo para estar. Tras caminar un par de horas llegamos a un puente maltrecho y quebradizo que saltaba un riachuelo, mi tío se detuvo justo antes de poner un pie en el puente, una flecha se fue a clavar temblando justo delante de sus pies.
El silencio se hizo aún mas inquietante, se oyó otro siseo, y una nueva flecha fue a clavarse aún mas cerca que la anterior. Una mas se clavó entre las piernas de mi tío que tuvo que ceder terreno, sin duda sólo era un aviso no tenían intención de hacernos daño.

-La vieja Am-Ra sabe que estamos aquí, nos avisa de que no sigamos avanzando, sus espías están por todo el bosque, incluso los pájaros la obedecen. Aún así debemos continuar, cruzaremos el puente tan rápido como nos sea posible, id con cuidado pero con paso ligero... ¡Corred!. Al grito de mi tío le siguieron los siseos de las flechas que se acercaban cada vez mas. Corrimos tan rápido que pensé que iba a tropezar y caer abatido por las flechas. Y tras una carrera que se antojaba interminable hasta llegar a una vieja cabaña medio derruida. Y las flechas cesaron...

-Hemos llegado..., tomemos aliento, ahora no nos atacarán. Descansamos unos minutos antes de adentrarnos en la cabaña, estaba vacía, pero una profunda cueva se abría paso por un agujero en la pared de la choza. -Es por aquí, nos estará esperando y no se como reaccionará al vernos, ya os digo que no será amistosa, Am-Ra siempre ha sido muy severa con quien osa poner sus pies en sus dominios. Cuanto mas nos adentrábamos en la cueva, la vegetación se hacía mas frondosa y empezábamos a ver algunos de los habitantes protegidos de Am-Ra, decenas de argonianos hacían la vida cotidiana en lo mas profundo de aquella hermosa cueva, donde los tenues rayos del sol se fundían con las plantas dando a cada estancia de la cueva una colorida y agradable sensación de bienestar.

El aroma y el aire que se respiraba era relajante, el sonido de un laúd excelentemente tocado acompañaba nuestros pasos. Y al final llegamos a la sala principal, una enorme cavidad adornada con tapices, alfombras, una gran cascada que caía justo detrás de un enorme diván en el que la vieja Am-Ra reposaba aguardando nuestra llegada.

-Creía que mis flechas os harían retroceder, tan testarudo como siempre Argos, veo que estos dos idiotas aún te siguen como perrillos a pesar de los años..., y este debe ser tu sobrino ¿no?. La vieja argoniana dedicó su mirada a explorarme de los pies a la cabeza. -Lamento lo ocurrido durante la boda chico, sin duda tienes los ojos de tu padre, ¿sabes que conocí a tu padre hace mucho tiempo?, él, al igual que tu, vino a mi en busca de ayuda y consejo, pero tu no buscas nada de eso ¿no es cierto?, quieres venganza, quieres que la vieja Am-Ra te sirva en bandeja la cabeza de aquel que mató a Brynja... La vieja argoniana sabía exactamente lo que pasaba por mi cabeza en aquel momento, y sin dejarme hablar asintió. -El hombre que buscas, si crees que es un hombre estás muy equivocado, es un cambiante, nunca sabrás quien es, ni como se llama hasta que estés preparado para enfrentarte a el, podría estar aquí ahora mismo y nadie lo sabría, por eso debes aprender el mismo poder, yo puedo enseñarte. También debes aprender a no confiar nunca en nadie, ni siquiera en los mas cercanos a ti. Am-Ra paseó la mirada por Ilic, Bilic y mas detenidamente por mi tío.

Los sirvientes nos invitaron a acomodarnos, nos dieron alojo, nos dieron comida y bebida, lavaron nuestras ropas y afilaron nuestras armas, creí que perdería la noción del tiempo de no ser porque, desde nuestra habitación, escuchamos una fuerte disputa en la sala principal. Mi tío y la vieja Am-Ra discutían sobre la situación actual.

-¡Piénsalo bien!, si no hacemos nada, los Viajantes pronto tendrán el control absoluto de Skyrim, y por los dioses de todo Tamriel. Vamos Am-Ra, después de tantos años de exilio no es posible que sigas tan testaruda como siempre. Sólo te pido que nos acompañes a Aguamuerta, la compañía no estará completa y la misión no será posible sin tu ayuda. Mi tío imploraba sin éxito la ayuda de la vieja argoniana, que no tenía intención alguna de dar su brazo a torcer. -No insistas Argos, hace ya largo tiempo que Los Hermanos del Exilio rompieron sus lazos, todos salvo tu y yo están muertos, no me hagas creer lo contrario, ¿o acaso piensas que no se lo que pasa fuera de mi bosque?, se que tu mataste a mi hermano. La argoniana se levantó de su diván y adaptó una postura desafiante.

-Gissa-Ra fue un traidor, deshonró a la hermandad que habíamos formado, nos vendió a los Viajantes y asesinó a uno de los nuestros. No te escudes en eso para negarte a acompañarnos. Fue entonces cuando los dos se percataron de que los estaba escuchando, mi tío se quedó en silencio, mientras Am-Ra me sonreía, después me invitó a pasar y unirme a la conversación.

-Dime joven Valdemar, qué opinas tu de todo esto, sin duda tu tío te habrá puesto al corriente de nuestro pasado, ¿no?. Negué con la cabeza a lo que Am-Ra se volvió a mi tío con furia. -¿No se lo has contado?, en fin, tendré que hablar yo. Nosotros, mas bien, tu tío, mi hermano Gissa-Ra, Vadlok, Gunfar, J'zargo, quien nos acompañó un tiempo antes de abandonar y unirse al colegio de Hibernalia, Muk el Troncharobles, los dos idiotas de Ilic y Bilic y Yliana Cara de cerdo. Por alguna razón, recordaba cada uno de esos nombres, pero no sabía de que.

La vieja contuvo las lágrimas al recordar los nombres. -Aún recuerdo nuestras andanzas por toda Tamriel, fue Gunfar el primero en morir,  fue durante el asalto a Fuerte Niebla, ahora desaparecido, era una trampa, todos lo sabíamos, Fuerte Niebla no se llamaba así por nada, y sin duda Gunfar lo pagó caro. Después fue Muk Troncharobles, tan fuerte como un toro y casi tan alto como un gigante, cayó por un barranco mientras se tambaleaba borracho como una cuba. Se hizo una pausa, Am-Ra se quedó en silencio, fue mi tío quien continuó.

-Y por último Vadlok, ¿que ocurrió Am-Ra?, ¿quieres recordarlo?, lo haré yo, Gissa-Ra nos vendió a los Thalmor y mientras dormíamos en nuestro campamento nos atacaron, enseguida supimos que había sido el y le apresamos, pero consiguió escapar matando a Vadlok en el camino. Y esa es nuestra triste historia querido sobrino, la historia de como caímos en desgracia. Am-Ra aún no estaba conforme, sin duda la historia la había traído recuerdos dolorosos, pero aún con todo, parecía que se uniría a la expedición, tenía muchas vidas que vengar, muchos pensamientos que olvidar y un objetivo que lograr, acabar con los Thalmor y los Viajantes del Tiempo...

Hasta aquí la segunda entrega. Siento la tardanza pero e estado de vacaciones hasta el día de hoy. Espero que os esté gustando leerla, tanto como a mí escribirla.

Salve Compañeros.