lunes, 27 de mayo de 2013

La Caída del Gigante -Capítulo II. Fría Noche-

El funeral fue sencillo y rápido, Dorfi, acompañado por sus amigos más cercanos y algunos familiares, enterró a su mujer en la misma finca en la que vivían, así siempre estaría cerca.
Su primo Grimdol se quedó con él hasta que los demás asistentes al entierro se marcharon, lo que Dorfi no le había contado aún era que el fruto de su matrimonio dormía en la habitación de al lado, cerrada bajo llave.


-Sé que a lo mejor no es el mejor momento primo pero..., necesito preguntártelo, ¿y el niño?, no me has dicho nada desde el parto. Grimdol sabía que su primo no estaba de suficiente ánimo para hablar de su hijo. 

-Verás Grimdol..., el niño, mi hijo..., no es..., no es como los demás niños, no es humano... Dorfi estaba abatido, la muerte de su esposa y la maldición del niño le habían derrotado.

-¿Cómo?, ¿que quieres decir con que no es humano?. Volvió a preguntar Grimdol.

Entonces Dorfi se levantó de la silla y le pidió a su primo que le acompañara hasta la habitación de la criatura, abrió la puerta y allí estaba, sobre el pequeño camastro improvisado de paja y lana, con el único ojo visible que tenía abierto, mirando a su progenitor.

Grimdol hizo una mueca de asombro, miraba casi con desprecio a aquella pobre y desgraciada criaturilla.

-Es..., ¿es tu hijo?, ¿que le a pasado?. Grimdol seguía mirando al niño casi sin parpadear.

-Los dioses deben haberme maldecido, y siempre he sido un fiel devoto de los Nueve, y mira para que... Dorfi cogió a su hijo en brazos, el pequeño sonreía y se aferraba al brazo de su padre, a pesar de su grotesca apariencia, resultaba ser un niño normal, fuerte y sano.

-Mors, te llamarás Mors hijo, y quiero que sepas que nada me importa, tu eres mi hijo y te querré hasta el fin de mis días. Una lágrima resbalaba por su mejilla mientras abrazada a su hijo en presencia de su primo.

Los días fueron pasando y pronto se convirtieron en semanas, el pequeño Mors crecía de una manera asombrosa, su deformidad no pesaba a su padre, que le crió con toda normalidad y le quería mas que a su propia vida. Y con todo el amor que a su padre le cabía en el corazón, pero la desgracia nuevamente se cebaría con ellos.

Cuando el pequeños Mors tenía apenas un año, una fría noche nublada, una banda de ladrones abordaron a Dorfi mientras iba de camino a casa montado en la vieja Lily, la burra que le acompañaba desde hacía muchos años. Los ladrones no tuvieron bastante con robarle todo lo que llevaba en las alforjas, sino que también quisieron llevarse la burra, cuando el pastor trató de defenderse, uno de los ladrones le apuñaló por la espalda mientras otro repetía en su estómago, y así murió Dorfi el pastor, envuelto en su propia sangre mientras veía a los ladrones marcharse riendo mientras tiraban de su vieja Lily.

Al día siguiente, Grimdol, tras enterarse, fue a la casa de su primo, con la esperanza de que el pequeño Mors hubiese sobrevivido al frío y la soledad, y allí estaba, sentado en el suelo mientras jugaba con perrito de madera que su padre le había tallado. De sobra se conocían, y cuando el pequeño vio acercarse al que ahora sería su protector, sonrió chapurreo unas palabras que intuían un saludo.

-Lo siento pequeño, ahora no lo entenderás, pero tienes que venir conmigo, estás a salvo, juro por los dioses que te cuidaré como lo hubiese echo tu padre...

Y así, tras recoger todas las pertenencias imprescindibles para el pequeño, además de algún recuerdo de su primo, marcharon los dos camino de Riften para emprender una nueva vida, ahora de ciudad, con la esperanza de que el pequeño y deforme Mors pudiese adaptarse a la vida ahora que su padre le había dejado.

Y así concluye el segundo capítulo de ésta saga.

Salve Compañeros








2 comentarios:

  1. hola javier. En primer lugar felicitarte por tu publicación y desearte que continúes con ella. Te quiero dar mi opinión como lector de novelas de fantasía para intentar que te sirva de ayuda. Percibo que tu historia es ambiciosa y de larga duración, que aprovechas el universo de skyrim para contar algo diferente, no visto en el juego, al menos en el origen del personaje, y esto me gusta. Sin duda el prólogo es el capítulo más flojo de los tres que llevas hasta ahora. La narración es algo confusa y le faltan detalles. Esto es , desde mi punto de vista, tu talón de Aquiles. Tienes clara la historia, los acontecimientos que la conforman, pero falta que prepares al lector para que lo que se le avecina. En cada capítulo ocurre algo importante, un vaticinio, un nacimiento y una muerte. Sin embargo, más allá de la curiosidad generada por lo implícito de los mismos, son descritos como acciones intrascendentes. Esto se debe a que falta esa preparación o atmósfera necesaria para que trasciendan de un modo más atractivo y a la vez capten el interés del lector. Tras el prólogo, el primer capítulo avanza algo en cuanto a trazar las motivaciones y vida del en ese momento protagonista con lo que el texto mejora. El nacimiento del niño, la muerte de la madre y por supuesto el aspecto del bebé incitan a seguir leyendo, pero no deberías desaprovechar los puntos álgidos de tu historia pasando de puntillas por ellos. El tercer capítulo sigue en una buena línea con la conversación entre padre y hermano pero a partir de ahí hay una elipsis temporal que vuelve a perjudicar a la historia. El primer año de vida del bebé y cómo su padre se hace cargo de él, le procura alimento, y acepta que tiene un niño deforme y extraño, eran buenos argumentos para dotar a tu texto de una mayor profundidad y riqueza. La temprana muerte del padre me deja bastante frío, tanto en cuanto a la narración como al hecho en sí mismo.

    Espero que no te tomes a mal lo que te comento y entiendas que trato de dar mi opinión para ofrecerte el punto de vista de un simple lector. Creo que tienes claro lo que quieres contar, que eres muy directo en tu forma de escribir y te felicito por ello, pero también te digo que aproveches tu historia, que la columna vertebral está clara pero falta que a su alrededor crezcan las venas, vísceras, sistema nervioso, músculos y sobretodo la piel que es lo que primero atraviesa los ojos.

    bueno, nada más, un saludo fuerte y a seguir escribiendo que aquí hay alguien que espera con ansia los siguientes capítulos de Mors el Deforme.

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  2. En todo caso la crítica sana siempre es bien recibida, gracias por tan buen comentario, espero seguir mejorando, lo de la muerte del padre sin duda es algo que incluso a mi me choca, quizás me precipité, razón no te falta, y espero poder resarcirme en capítulos posteriores. El motivo de que me saltara el primer año del niño, es intentar contar con brevedad la primera etapa de la historia, para que haya una base, aunque como ya he dicho, razón no te falta cuando dices que me salto trozos de tiempo, intentaré remediarlo en futuras entregas.

    Un cordial saludo.

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