viernes, 10 de mayo de 2013

29 - La arcana orden del Brillo Tenue

29 - La arcana orden del Brillo Tenue (I)

Al entrar lo primero que me inunda es un fuerte olor a humedad, a descuidado. En absoluto tiene nada que ver con el agradable ambiente que se respira en el colegio de Hibernalia, este Bastión hiede a maldad, corrupción, odio...


He de extremar las precauciones, no sé qué me voy a encontrar en su interior, y para agravarlo estoy solo y sin ayuda... se antoja una dura prueba que no estoy convencido de poder superar con éxito. En cualquier caso, avanzo con cautela por los primeros pasillos del bastión donde reina una absorvente oscuridad. Un buen momento para invocar mi orbe de luz recientemente aprendido que, aunque evitará disponer del efecto sorpresa, me ayudará a no tropezar y más o menos saber por donde me guío.

Pocos minutos más tarde llego a una primera cámara en la que escucho algo de ruido, como cristales entrechocando y la voz de una chica murmurando por lo bajo. Me asomo con cautela y veo lo que parece ser una hechicera practicando con varios viales en la parte superior de la cámara. Apoyo la espalda en la pared, tratando de canalizar toda mi energía arcana tal y como nos ha enseñado Tolfdur para concentrarme al máximo en los hechizos que he de disponer ante este primer encuentro.

Salgo del pasillo y le grito a la hechicera que se sobresalta provocando que uno de los viales caiga al suelo rompiéndose en mil pedazos. 

- En nombre del colegio de Hibernalia, exigo la entrega del hechicero llamado Orthorn que habita en este Bastión. 

- ¿Cóm... cómo has entrado aquí? - Balbucea la hechicera que alza una de sus manos preparándose para el combate.

- No lo repetiré dos veces - Alzo levemente la voz - ¿Dónde se encuentra Orthorn? - El tono que intento utilizar es amenazante, para tratar de intimidar a la hechicera que va acumulando poder poco a poco.

- La Invocadora disfrutará despellejándote, aprendiz - Espeta la hechicera mientras me lanza una saeta de hielo...
Buen momento para usar el hechizo "Luz de Vela"
Al final del pasillo está la primera cámara

La hechicera me lanza una saeta que respondo con presteza.
No tardo en responder a su saeta, que salió muy desviada, con una bola de fuego. Esta impacta directamente en la muchacha empujándola hacia atrás y cayendo sobre la mesa, tirando todos los viales que había sobre esta.

Aprovecho estos instantes para invocar al Atronach de Fuego que se materializa en pocos segundos cerca de la escalera de acceso a la posición de la hechicera, que ya se ha recompuesto y vuelve a acometer contra mí con otro par de saetas. Esta vez recibo el impacto de una en el hombro derecho y un terrible dolor me atenaza aunque consigo recomponerme justo a tiempo para levantar, con mi mano izquierda, un "custodia inferior" que detiene el impacto de otra saeta de hielo.

El Atronach asciende por la escalera, captando la atención de mi contrincante que se centra en destruirle, dejando expuesto su flanco derecho a mis bolas de fuego. Sin dudarlo, lanzo otra bola de fuego que impacta momentos después de que la hechicera destruya al Atronach con un poderoso rayo gélido a lo que, como es obvio, mi invocación es especialmente vulnerable.

Con la hechiera recuperándose de mi último impacto me apresuro a subir las escaleras, quedándome a su misma altura y consiguiendo evitar que ella tenga la ventaja táctica de estar en una posición elevada. El combate se recrudece, saetas de hielo y bolas de fuego cruzan la habitación impactando y destruyendo muebles, botellas y toda suerte de objetos. Afortunadamente para mí, el hechizo de protección aprendido gracias a la insistencia de Tolfdir, me da la suficiente ventaja para salir airoso de este primer encuentro con uno de los magos del Bastión.

La custodia inferior en la mano derecha me protege...

...permitiéndome atacar a mi rival frente a frente...

...y derrotándola tras un breve pero intenso combate.

Me tomo unos minutos para ojear las estanterías cercanas.

Tras derrotar a mi primera rival, decido descansar unos minutos y recuperar fuerzas mientras reviso las estanterías (las que han sobrevivido a este combate). Hay multitud de libros, pero no encuentro ninguno de los tres libros que estoy buscando, aún así los recojo y guardo en la mochila con cuidado... quizá puedan servir para la biblioteca del colegio.
Continúo adentrándome por los pasillos y cámaras de la fortaleza, aunque parece estar semi abandonada ya que no me encuentro con nadie durante un buen rato. En una encrucijada, con forma de "T", escucho el sonido de una discusión y me cubro en una pared cercana. He de admitir que gracias a que no continué avanzando evité pisar el disparador de una trampa que, casi con total seguridad, se trataba de dardos envenenados a tenor de los "agujeros" que había en la pared.

El sonido de la discusión continúa e intento prestar atención a lo que dicen, aunque hay mucho eco entre los muros del pasillo, así que finalmente me decido por bajar hacia la habitación que resulta ser una especie de calabozos, donde se encuentran varias personas encerradas y custodiadas por otro hechicero.

En el borde de la puerta el mago me observa ignorando a las personas que le están gritando y, por unos instantes, nuestras miradas se cruzan. No es necesario decir nada para que se desate un infierno de fuego y electricidad. Este hechicero es realmente más poderoso que la que me encontré en la primera cámara, y sus relámpagos facilmente destruyen mi guardia con facilidad, aunque consiguen evitar que me hagan daño. A base de estos relámpagos consigue empujarme hacia la intersección del pasillo, que utilizo como cobertura (tratando de no pisar el resorte de la trampa, claro) para evitar sus poderosos rayos.
Invoco al Atronach, que es destruido casi de inmediato, pero me proporciona el tiempo suficiente para lanzar una poderosa bola de fuego a mi rival que lo empuja hacia atrás y le hace perder el equilibrio. Sonrío, es mi momento para darle la vuelta a la situación, así que no lo dudo y comienzo a lanzar bolas de fuego con cada mano evitando que el hechicero se levante, pues encaja una tras otra forzándole a mantenerse de rodillas e intentando protegerse con una custodia que poco puede hacer ante la lluvia de fuego al que le someto. Mi rival intenta cambiar de estrategia y utiliza sus últimas fuerzas para lanzar un rayo de hielo, que consigo destruir con otro similar pero de fuego... el combate se termina pocos instantes después.
Un último intento de mi rival
Notad el fuego y el choque entre ambos elementos.
Al final es derrotado, al fondo de la habitación.
Una vez derrotado mi rival, me dispongo a libear a los prisioneros, pero cuál es mi sorpresa cuando me insultan y amenazan al acercarme a ellos. Noto un brillo en sus ojos que es sobrenatural, así que sin darle más vueltas, ni entrar en sus provocaciones me retiro a investigar un poco la habitación.

No tardo en encontrar algunas pócimas, libros e incluso armas, supongo que de los prisioneros, pero lo que más me llama la atención es una Esmeralda perfectamente tallada que descansa en un cuenco de madera junto a algunas monedas de oro. Sin duda es una pieza magnífica y de gran valor tanto arcano como económico, así que me la guardo con cuidado en el fondo de uno de los bolsillos de mi cinturon, satisfecho por haber encontrado esta gema... espero poder llegar a enseñársela a algunos de mis compañeros.
¡¡Los prisioneros rechazan mi ayuda!!
Sin duda, hay grandes tesoros escondidos en el Bastión
Aprovecho para beber un poco de agua mientras descanso unos segundos. Si bien he salido victorioso de ambos combates, noto cómo mis fuerzas se van mermando, aún así creo que aguantaré este duro envite que tengo por delante. Sumido en mis pensamientos, me sobresalto al escuchar un terrorífico grito proveniente de la sala contigua. Sin dilación me encamino para observar, horrizado, lo que parece ser una especie de sala de torturas donde multitud de cuerpos despedazados, destrozados y profanados se amontonan en mesas, jaulas e incluso en los rincones de la sala.

El hedor es insufrible, incluso soy capaz de sentir el sufrimiento y el rencor que expide el aura de esta sala. Pero intento sobreponerme y centrarme en las dos figuras que se encuentran destripando, literalmente, a un hombre que grita presa del dolor y el terror.

No lo dudo ni un instante y acumulo el máximo de fuerza posible para lanzar una gran bola de fuego. Recuerdo que Tolfdir nos aconsejó que, en casos de necesidad, podemos juntar ambas manos y multiplicar el efecto de un hechizo, algo que ya había probado anteriormente con éxito y que en esta ocasión no me costó ningún esfuerzo adicional. La bola de fuego atravesó la habitación iluminándolo todo de tal forma que hasta pude ver la expresión de sorpresa y dolor del hechicero que encajó, en el abdomen, el impacto de mi proyectil. Ni que decir tiene, que no pudo hacer nada y falleció practicamente en el instante entre terribles dolores y quemaduras. 

Preso de la ira, me centro en el otro hechicero que sorprendido por la fuerza de la bola de fuego se retira ligeramente buscando cobertura entre las columnas de la terrorífica sala. No me inspira ninguna piedad y avanzo inexoráblemente hacia él esquivando o eliminando los rayos que me lanza con ambas manos. Admito que estos rayos me causaban dolor, incluso hacían que mi esencia mágica, mi energía arcana, se viera afectada, pero en esos momentos nada parecía hacerme parar... debía detener esta aberración y ejecutar a los culpables...

El primero de los magos sucumbe sin opciones.

El otro intenta plantar cara...

...pero es inutil y también es derrotado.

Sin remordimientos les saqueo sus pertenecias.

Observo, triste, las maldades acontecidas en esta sala.

Primera parte de mi aventura por el Bastión del Brillo Tenue. Si bien es cierto que quería hacerlo breve, me está gustando mucho entrar en detalles ya que, admito que me costó bastante llegar hasta aquí (sobre todo el segundo encuentro) y tuve que "cargar" varias veces. Se nota que con los mods de realismo que he instalado, el juego se hace cada vez más dificil y complicado, sobre todo teniendo en cuenta que aún soy de nivel 6 y voy sin apoyo de ningún tipo. En cualquier caso también hay que reconocer que este tipo de retos son los que, a la larga, resultan más gratificantes. 

5 comentarios:

  1. En nombre del colegio de Hibernalia, exigo la liberación del hechicero llamado Orthorn apresado en este Bastión.

    Buen capitulo, como va siendo habitual, por cierto, como sabes que es prisionero? En el capitulo 24, no dice nada que sea prisionero. y creo que en las siguientes, no hay nada que diga que esté prisionero.
    Bueno tengo el juego y se como va, por lo tanto, se lo que habrá en adelante.

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  2. Muy bueno, me gusta como describis las peleas!

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  3. Con los mods que has instalado, "derribas" a la gente que tus bolar de fuego o es para hacer mas realista la narracion?

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