16 - Llegada a la Academia

LLEGADA A LA ACADEMIA

Aquí me encontraba, andando junto a Faralda por el interior de la legendaria academia de Magos de Hibernalia, de la que muchos habían oído hablar, algunos sabían que realmente existía y muy pocos habían podido entrar y disfrutar de su magnificencia. Mientras vamos caminando hacia la torre del Archimago, la elfa me dice que la academia no está pasando sus mejores momentos y que apenas hay una decena de alumnos aprendiendo las artes arcanas... ¿sus peores momentos? ¿Diez aprendices son pocos? No creo ser capaz de imaginarme cuántos pudo albergar en sus mejores días esta formidable fortaleza.

Mirabelle, la directora de la escuela, se encuentra hablando con Ancano algo acaloradamente. Mantenemos cierta distancia de cortesía (que no sirve de gran cosa, la verdad, porque escuchamos perfectamente la conversación) y esperamos pacientemente a que terminen. La elfa, afín de ser más cortes me habla de la torre del Archimago, de la inmensa biblioteca, de la sala donde se imparten las clases... Finalmente Ancano se retira y Mirabelle puede atendernos.

Es una mujer que denota sabiduría y poder. A pesar de resultar un aprendiz siento con fuerza cómo su poder me supera e incluso supera cualquier otra cosa con la que me haya cruzado (incluidos los nigromantes). Mi acompañante, Faralda, nos presenta indicando que había superado la prueba del fuego y el hielo (¿hay más tipos de prueba? Bueno, resultaría lógico si hay varios tipos de escuelas) y que, además, la había salvado en el acantilado de Hibernalia. Si eso agradó a Mirabelle, no lo mostró en modo alguno pues su expresión no cambió lo más mínimo. 

La directora despacha a la elfa y esta se despide con una sonrisa y una leve reverencia a Mirabelle y se aleja de nosotros, no sin pasar su mano por mi hombro a modo de despedida. No puedo evitar seguirla por unos instantes con la mirada, pero rápidamente me vuelvo a centrar en la directora, a la que trato con sumo respeto. Al igual que hizo Faralda, me pregunta porqué quiero ingresar en la academia, y al igual que respondí a la elfa, la indico que quiero aprender a dominar la escuela de la destrucción para protegerme a mí y a mis amigos... bueno, también agrego algo menos egoista como el placer del conocimiento, ayudar a otros magos y demás. Durante unos segundos que se antojan eternos, siento cómo la mirada de Mirabelle me atraviesa, me analiza y escudriña cada molécula de mi ser y mi alma. 

- Tienes un enorme potencial - me dice - pero eso no es suficiente para ser un buen mago. Deberás tener disciplina, respeto, tesón, inteligencia y precaución, pues el camino que te aguarda requerirá de todas esas cualidades. Te adelanto que sólo lo logran los más capacitados - ¿Sólo lo logran? ¿qué les pasa a los que no lo logran? Mejor no quiero saberlo - pero estos se convertirán en los más grandes magos de la historia de Tamriel. Acompáñame, te mostraré tus aposentos y mañana podrás incorporarte junto a tus compañeros - Y comienza a caminar atravesando el patio hacia la entrada del complejo.

Mirabelle, la directora

Una vez admitido, nos encaminamos hacia mis aposentos.

La Magia fluye por doquier en el interior del colegio.

Acceso al  Salón de la Conquista, donde están los dormitorios

Una columna de luz azul ilumina toda la estancia.

Una pequeña pero acogedora habitación.

Mirabelle me explica que hay tres grandes edificios en el colegio y que donde más estaré es en el Salón de la Conquista, donde los nuevos alumnos y aprendices tienen sus estancias, biblioteca, comedor, etc. El lugar es bastante tenebroso, con unas columnas de luz azul iluminando la estancia que le confiere un aspecto bastante fantasmal, sin embargo la habitación es realmente acogedora. En su interior encuentro bastantes objetos útiles como piedras de alma, algunos ingredientes, varios libros... ¡¡sin duda he venido al sitio perfecto!!. De uno de los armarios Mirabelle saca una túnica que me entrega junto a una capucha, por lo visto esta túnica mejora mis capacidades arcanas, de modo que la acepto con humildad. Mañana mismo me la probaré y comenzaré a utilizar.

La directora sigue siendo bastante brusca, aunque del todo cortés, y me acompaña de nuevo al exterior (a pesar de que el hambre comienza a hacer aparición y acababa de ver en el piso superior un comedor lleno de exquisitos platos) mientras me comenta que mañana me incorporaría a la clase de Tolfdir, con el resto de nuevos aprendices. Atravesamos el patio y en este momento caigo en lo cálido del interior de las estancias a pesar de que no hay ninguna chimenea u hogar encendido, de nuevo las maravillas del colegio me superan. Mirabelle me explica que hay varios profesores pero que, hasta que no haya pasado algún tiempo con Tolfdir no empezaría en las clases avanzadas, yo asiento con rapidez. No tengo prisa de ir a ningún lado, realmente.

Al llegar a la torre del Archimago de nuevo me arropa un agradable calor que inunda toda la estancia de la entrada. Al otro lado de esta hay una gran reja y a través puedo ver al maestro con tres alumnos practicando los sortilegios de protección que vi en algunos de los nigromantes y magos que me encontré a lo largo del camino hasta el colegio. Resulta sobrecogedor verles practicar, me embriaga la emoción y no puedo evitar sonreir emocionado, Mirabelle enarca una ceja... después me acompaña a la biblioteca de la Torre.

Es allí donde conozco a Urag Gro Shub, el bibliotecario orco que guarda y cuida los innumerables tomos que se esconden en las estanterías y armarios. Resulta impresionante la enorme cantidad de libros que tiene y atesora el colegio, una fuente inagotable de información que se tardarían varias vidas en leer y estudiar. Urag es, aunque resulte dificil de creer, bastante más seco que Mirabelle y me repite en varias ocasiones que ni se me ocurra tocar ningún libro sin su aprobación. Yo le comento que había encontrado varios libros a lo largo de mi viaje y, de pronto, hasta se dibujó una sonrisa en su rostro mientras me invitaba a traérselos para ojearlos...

Tras mi fugaz visita a la biblioteca la directora me indica que ya es hora de descansar, mañana al alba tendría mi primera clase y era conveniente estar descansado. Sin más me despido de ella, agradeciéndole la oportunidad y el trato... ella se despide con un tajante "todavía has de ganártelo". Me deja bastante perplejo, aunque es razonable que valoren el esfuerzo de sus alumnos ya que, al fin y al cabo, el alojamiento y la comida es gratuita (al menos no me han comentado nada al respecto). Pensar en esto me abre, aún más, el apetito, así que abro mi mochila y saco algo de pan, tomate, Aguamiel del Espino Negro y una cuña de queso de cabra. Descanso unos minutos mientras degusto la frugal cena y examino mis nuevas "propiedades" para, poco después, caer rendido en la cama.

De camino a la torre del archimago

El aula donde están entrenando los alumnos

Urug gro-Shub, el bibliotecario orco. Extraña combinación.

De vuelta a la habitación me pruebo la túnica que me ha dado Mirabelle

Hora de descansar, ¡¡mañana será un día largo!!

Primeros pasos por la academia, me ha encantado el paseo que hace Mirabelle por las instalaciones, aunque he "añadido" algunas cosas para darle más interés a la visita. Podría haber comenzado desde ya mismo en el colegio, pero resultaría bastante raro empezar a las 7 de la tarde, ¿no? Como tampoco tenemos prisa, pues espero al día siguiente y así tiene más coherencia.