martes, 3 de abril de 2012

06 - Un merecido descanso

UN MERECIDO DESCANSO

La vuelta a Cauce Boscoso resulta bastante tranquila. Ambos caminamos inmersos en nuestros pensamientos, recordando el peligro pasado y los momentos de tensión vividos. Por mi parte aprendí a canalizar mi energía de una forma más eficaz si utilizaba ambas manos a la vez y perdí el miedo al combate. Quizá sea porque apenas consiguieron dañarnos ni los bandidos ni los Draugr, pero el caso es que ese malestar que tenía por acabar con una vida iba desapareciendo poco a poco y, a la hora de enfrentarme a un peligro, conseguía mantener la tranquilidad y la serenidad para poder afrontarla y salir victorioso.


Sigo cosechando ingredientes para pócimas.

Una patrulla de imperiales a lo lejos...
Antes de llegar al pueblo, con la noche bien encima, encontramos una cabaña que aparentaba ser de algún leñador o cazador. Al llegar comprobamos que no había nadie en su interior, pero sí que había signos de que alguien vivía, con lo que por no molestar y no asustar a su inquilino, decidimos marcharnos y continuar el viaje. Con suerte, antes de la medianoche llegaríamos a la posada.

¿Una casa abandonada o el inquilino ha salido a algo?
La decisión de continuar el camino no es la más acertada, y un grupo de tres bandidos, nos asalta por sorpresa amparados por la noche. Afortunadamente Faendal se cobija tras unas rocas (agarrándome y llevándome con él) al tiempo que varias flechas silbaban por encima nuestro. Desde nuestra posición defensiva contraatacamos a nuestros agresores prácticamente cuando les tenemos encima y, aunque resulta un combate muy tosco y sucio, conseguimos derrotarles. De nuevo, tenemos que parar unos minutos para sanar nuestras heridas, tomar alguna poción y recuperar el resuello, y aprovechamos la buena noche que hacía (salvo por los inoportunos ataques de bandidos) para cenar algo que aún quedaba en la mochila; un poco de salmón y unas manzanas, suficiente para llegar a nuestro destino.

A cubierto evitando las flechas enemigas y los bandidos que nos asaltan.

¡¡Contraatacando!!

Es hora de repartir el botín

Un cayado para el largo camino que me espera hasta Hibernalia.
El resto del camino hasta Cauce Boscoso transcurre sin sobresaltos ni sorpresas. A medio camino le pido a Faendal que nos desviemos un poco por el lecho del río, con el objetivo de encontrar aquella misteriosa planta y accede de buen grado (con el estómago lleno se ven las cosas con otra perspectiva). No tardamos en encontrarla y cojo algunas de sus hojas para analizarlas más tarde, después siguiendo la vereda del río nos acercamos a Cauce Boscoso que descansaen silencio al filo de la medianoche.



La misteriosa planta que encontré en el lecho del río
A lo lejos el pueblo, descansando bien entrada la noche.
Llegando a Cauce Boscoso, de nuevo por el vado del río.

Una vez entre los seguros muros (bueno, muros no muchos pero sí parecen seguros) del pueblo, llega la hora de despedirnos. El viejo elfo está muy contento pues había conseguido revivir aquellas aventuras de joven y, de paso, se lleva unas monedas y renueva su equipo y armadura. Tras un afectuoso abrazo nos deseamos lo mejor y cada uno marcha en una dirección, yo hacia la posada y él hacia el campamento donde vive. Es una pena no poder seguir disfrutando de su compañía pero me dijo, durante el viaje de vuelta, que Hibernalia estaba muy lejos y que no quería hacer un viaje tan largo, algo comprensible. Ya dentro de la posada Orgnar se alegra de verme y me ofrece un ligero tentempie para antes de dormir y muy amablemente me ha reservado la misma habitación del día anterior. No podía con mi alma de agotamiento, y a pesar de los intentos de Orgnar de charlar durante un rato (no se qué de un dragón, qué obsesión tienen en este pueblo por estos legendarios animales), había sido un muy duro día y por la mañana tenía pensado marchar hacia Carrera Blanca. Me despido mientras me encamino hacia la habitación (con Orgnar insistiendo al respecto de los dichosos dragones) y caigo rendido en la cama.


Es la hora de despedirnos. ¡¡Suerte Faendal!!

La posada, tan concurrida como siempre.

Y Orgnar tan amable como siempre, por supuesto.

Cuento los segundos que quedan para caer dormido en la cama...

Un día agotador y lleno de emociones. Toca descansar.


El mod de Skyrim Live ha funcionado a la perfección y ya vemos la primera patrulla (de muchas, ya veréis) imperial haciendo la ronda. También algún arma, como el bastón, de un mod de armas (no sabría cuál de todos). Por otro lado podría haber continuado con Faendal, sí, pero no es lógico que un viejo elfo se embarque en un viaje como el mío, por eso decidí despedirme de él. Siempre intentaré ser lo más realista posible.
Añado un tipo de cuadro, con este color naranja, en el que hablaré del trasfondo del juego y el funcionamiento básico. Empezaré por el tema de los hechizos. Al principio, cuando creas tu personaje, comienzas con tres hechizos básicos que dependen de la raza que hayas elegido. Estos hechizos consumen Magicka (o más comunmente "maná") y, obviamente, cuanto mayor es el hechizo, más maná consume. En el caso de Sheen los tres hechizos con los que ha comenzado son "Llamas" (un rayo de fuego, básicamente), "Curación" (para curarte a tí mismo) e "Invocar Familiar" (que es el hechizo del lobo fantasmal).
ATENCIÓN:¡¡En Semana Santa no se publicarán actualizaciones. La próxima será el 9 de Abril!!


2 comentarios:

  1. Muy buen capitulo, una pena lo de tu descanso (bueno, para mi, para ti no xD)


    Por cierto, el la imagen de la casa abandonada, falta una h delante de la a, supongo que fallo de escritura xD

    Sigue publicando.

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    1. Gracias Shinryu. Es más que nada porque estos días no voy a poder ir programando entradas y no quiero que luego "me pille el toro". Pero el día 9 a las 12 en punto ya está programada la siguiente.

      ¡¡Vaya fallo!! Muchas gracias por el aviso, ahora mismo lo cambio.

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