viernes, 30 de marzo de 2012

04 - Un día en Cauce Boscoso

UN DÍA EN CAUCE BOSCOSO

Nada más llegar al pequeño pueblo de Cauce Boscoso me encuentro con un chico que discute acaloradamente con su madre. Me levanta cierto reparo la discusión, en plena calle, aunque finalmente me decido por acercarme al muchacho cuando la discusión ha terminado (por lo que parece, la madre había visto un dragón... pobre mujer). Tras una leve conversación, donde le cuento mi intención de llegar a Hibernalia, el ataque de la guerrera (por lo visto unos bandidos han tomado la mina al asalto) y la enorme cantidad de lobos en la zona (algo habitual según parece), le pregunto por alguna tienda cercana y si hay posada en el pueblo. Muy amablemente me da indicaciones de la tienda de Lucano Valerio (seguro que es la misma que me indicó Hadvar en la ciudad de Helgen) y me recomienda la posada de "El Gigante Dormido".

El joven Sven de Cauce Boscoso.
La tienda de Lucano Valerio es la casa colindante a la de Sven y un poco más allá está la posada ". Al llegar a la tienda de Lucano me encuentro con que su hermana (más tarde me enteraría de que se llama Camilla) le está recriminando acerca de un robo que le habían hecho unos bandidos hacía unos días. Tras intercambiar algunas cosas con el mercader, me pregunta si soy mago, a lo que respondo, algo azorado, que más bien aprendiz, su rostro denota satisfacción. Lucano me cuenta la historia de que unos bandidos le habían robado una importante reliquia familiar porque servía para algo relacionado con las ruinas de las Cataratas Lúgubres (no pudo indicarme el qué), y que mis habilidades arcanas son fundamentales para recuperarla. Me ofrece bastante dinero y un grimorio por recuperarla, además de todos los tesoros y botín que pudiera recuperar de los bandidos.

La tienda de Lucano, que aparece junto a su hermana.
Estaba todavía en shock por el combate con la guerrera, pero la paga era generosa y, además, me comenta que si le pido ayuda a Faendal, un viejo elfo aventurero vecino del pueblo, seguro que acepta a cambio de algo del botín. Necesito el dinero y un grimorio adicional me vendrá magníficamente de cara al largo viaje que me aguardaba, así que finalmente le digo que iré a ver si puedo recuperar su reliquia, una garra dorada.

Hablando con Lucano al respecto de la garra
Salgo de la tienda, con algunos septims adicionales por vender las pieles de los lobos, ya bastante tarde y me encamino a la posada con el firme propósito de caer rendido en la primera cama que pusieran a mi alcance. Un ruido me sobresalta.. no, no es ninguna bestia, son mis tripas que rugen como si de un gato sable se tratara. Bueno, podría retrasar mi sueño unos minutos para comer algo caliente tras tanto tiempo comiendo las provisiones del viaje.

La Posada el Gigante Dormido
 La posada es un lugar agradable, un gran fuego central caldea el ambiente y se ve mucha actividad de viajeros. Conozco a varios de ellos, dos hermanas que continuarían su viaje a Soledad, una guerrera y su seguidor que estaban esperando un mensajero y otro guerrero humano que acababa de saquear una tumba y había venido a descansar unos días. Me fascinan todas las historias que cuentan, aventuras llenas de peligros y tesoros y, aunque soy más bien precavido, algo en mí se remueve de emoción al verme en alguna situación similar.

Sarah Rouven y su hermana que partirían hacia Soledad
El posadero es un fuerte hombre llamado Orgnar con quién hablo un buen rato al respecto de Skyrim, sus gentes y los rumores que circulan por aquí, que no son pocos con tanto viajero. Me habla de la escuela de magos de Hibernalia; la última noticia es que todavía estaba en funcionamiento, pero que se encontraba a tres o cuatro jornadas de viaje hacia el norte. Si pasaba por Carrera Blanca, seguro que me podrían informar mejor de la ruta a seguir. Mientras hablamos me sirve algo de cenar, una chuleta de venado y vino del alto.
Orgnar, posadero.
También me habla de la sangrienta guerra civil que estaba asolando la región, los Capas de la Tormenta se habían alzado, bajo el mando del Jarl Ullfric, contra el imperio y muchas vidas estaban siendo segadas en esta interminable guerra. Sí que había oído hablar de la guerra, pero parecía tan lejana cuando vivía en la granja con mi familia que no había prestado demasiada atención al respecto. Por lo visto, los habitantes de Skyrim están muy orgullosos de sus orígenes y no aceptan que un gobierno imperial dictamine sus leyes y moifique sus costumbres. En cierto modo comparto ese pensamiento, pero de ahí a llegar a una guerra... me parece un poco excesivo, aunque me guardo de opinar ya que Orgnar se muestra muy a favor de los capas de la tormenta.

Justo cuando estoy terminando el último trozo de venado le digo que ví a unos Capas de la Tormenta en Helgen esa misma mañana y que parecía que les iban a ejecutar. Desde luego no le sienta nada bien la noticia, puesto que se disculpa y rápidamente se mete en una habitación cerrada, un salón privado por lo que parecía. No le doy más importancia y continúo degustando el venado y doy un último trago al excelente Vino del Alto, debo hacerme con alguna botella para el viaje.

Se me hace bastante extraño el no tener que rendir cuentas a nadie. No tengo a mis padres encima mío recriminandome o corrigiéndome en todo momento y tampoco a mis hermanos que siempre estaban fastidiándome. No, definitivamente no les echo de menos. Estoy agotado, lo noto cuando me levanto de la mesa y mis piernas apenas me tienen en pie. Al tiempo que voy sacando un libro de mi mochila entro en la habitación, un poco espartana pero bastante acogedora (y por el precio es magnífica, claro). Me tumbo, tras dejar todo el equipo en un pequeño cofre a los pies de la cama, y comienzo a leer el tomo primero de la Breve Historia del Imperio, que habla de los primeros emperadores y cómo fueron cayendo o subiendo al poder.

La habitación, sencilla pero acogedora.
 
Una lectura para antes de dormir
Dia 18 de Ultima Semilla

Me despierto con las primeras luces del alba y el olor a pastel vuelve a levantarme el apetito. Al otro lado de la pared puedo escuchar el sonido de un pueblo que amanece con su rutina; los animales de granja, los carros moviéndose, un par de voces en la lejanía... Me aseo rápidamente en una palangana, no sé a qué distancia están las Cataratas Lúgubres y quiero llegar antes de anochecer. Orgnar está barriendo el salón principal y me saluda con un movimiento de cabeza. Sin dudar le pido un trozo de aquel magnífico pastel, que estaba relleno de manzana, para que acompañé un pichel de leche de cabra.

Mientras desayuno, le pregunto por Faendal y me dice que suele estar cerca del aserradero. Por lo que me cuenta Orgnar, se trata de un viejo aventurero que pasa los días ayudando a los habitantes del pueblo a cambio de alguna moneda y comida. Sin mucho más y tras comprar algunas viandas para el viaje (Salmón, Cerveza, Manzanas, etc.), me despido de Orgnar, (hasta la noche, espero) y me encamino al aserradero de Cauce Boscoso.

Buenos días Orgnar
Tal y como me dijo Orgnar, el viejo elfo se encuentra en el aserradero, situado en una especie de islote en medio del río, disfrutando de una cálida mañana. Con mi mejor sonrisa (que he de admitir no es muy convincente) me acerco y le saludo cordialmente. Es un tipo muy simpatico y pronto estamos embarcados en una conversación en la que me está contando una de sus aventuras. Yo, de nuevo, me quedo fascinado con su historia, aunque pronto vuelvo a la realidad y le hablo de que Lucano me ha propuesto ir a las ruinas de las Cataratas y que necesito ayuda. La tarea se antoja una labor facil puesto que, por todos es conocido, que los bandidos no suelen ser un ejemplo de valentía. Tras pensarlo unos minutos, acepta a cambio de unas monedas y algo de equipo que encontremos por allí. "Me vendrá bien el paseo" añade justo cuando coje un arco apoyado contra el tocón de madera.

El viejo elfo Faendal, ya preparado para el viaje.
Ahora sí, sin muchos más preparativos y con el fresco aire de la mañana, mi nuevo compañero y yo nos encaminamos hacia las ruinas de las Cataratas Lúgubres...

Rumbo a las Cataratas Lúgubres
Bueno, obviamente estoy modificando un poco la partida para adaptarla al relato, así lo hago más entretenido que ir narrando punto por punto algo que muchos ya conocéis. La idea es darle unas cuantas piezas de oro a Faendal y algo de equipo para mejorarle lo que lleva. Para evitar demasiados "spoilers" mis entradas en un dungeon, templo o similar, lo pasaré rápidamente con un pequeño resumen con imágenes y algo de texto.
He cambiado la narración a presente de la primera persona, en vez de en pasado para intentar mantener un poco en vilo la narración y para transmitir un poco la sensación de estar pasando en ese momento. Espero que os guste el cambio. También, siguiendo el consejo de naumus intentaré ir profundizar un poco más en los sentimientos y personalidad de Sheen. Os agradezco cualquier comentario, apunte o sugerencia, es la mejor manera de ir afinando la narración.

1 comentario: